Joni es un alumno al que le gusta mucho gastar bromas, lo cual solía resultar gracioso, pero también hay que saber parar las bromas en ciertas situaciones, como por ejemplo, ante un profesor.Ese era su gran fallo, el no saber parar, cosa que le puede salir cara con un profesor con poca paciencia, o con cualquiera.Y otro fallo colosal que Joni cometió fue hacerse el gracioso en el peor escenario posible: la clase de Educación Para la Ciudadanía, en la que, se supone, aprendemos a convivir en sociedad, y no creo que a muchas sociedades les guste que un miembro de ella esté todo el tiempo gastando bromas y faltando al respeto.Y por eso, le aconsejo a Joni, que se sepa controlar cuando está inspirado.Sobre todo en Ciudadanía…
Ricardo Alarcón – 2º B
No hay comentarios:
Publicar un comentario